Tras el triunfo en el Mercado de los dispositivos móviles inteligentes, vino la propagación del desarrollo apps. Enseguida los desarrolladores y las empresas vieron la gran oportunidad que este tipo de aplicaciones suponen de cara a la captación y fidelización de clientes, así como la generación de negocio por sí solas, vendiendo apps en los markets.
Así pues, gran parte del sector se lanzó al Desarrollo de apps para estos dispositivos, encontrándose con dos puntos, al principio, claros y comunes para todo tipo de apps:
- Quiero llegar al mayor número de usuarios posible
- Quiero llevar rápidamente mí idea a producción.
La primera opción, obviamente implica desarrollar apps para todas las plataformas existentes. Quiero llegar al mayor número de usuarios, así que por este orden, debo tener mi app disponible en Android, iOS, Blackberry y Windows Phone.
La segunda opción es evidente, el que pega primero, pega dos veces, por tanto es importante estar cuánto antes metido en el desarrollo de aplicaciones para móviles
El problema que te encuentras con estos dos temas es que la relación entre ambos es tremendamente complicada: Para que la app funcione en las 4 plataformas, debo crear la app, en la práctica, 4 veces, una para cada plataforma, por lo que tengo que saber programar en cuatro sistemas diferentes o bien contratar a alguien que lo haga, de la misma forma.
Con este panorama, en un principio el HTML predominó sobre el nativo, ya que permite solventar de forma rápida a priori esos dos contratiempos iniciales. Me despreocupo bastante de la plataforma, en definitiva es como programar en algo que ya conozco y que me servirá para todos los dispositivos y plataformas, a lo sumo, tendré el trabajo de ”encapsularlo” y meterlo dentro de un contenedor que será el que interactúe con los distintos dispositivos, pero en definitiva, es un desarrollo WEB único.
Sin embargo, esta ventaja aparente, un tiempo después, se diluye, concluyendo en muchos casos en un fracaso de la app, haciéndose necesario el crear apps en nativo.
A continuación de forma muy resumida, demos unas claves de ambas tecnologías que ayuden a comprender lo anterior, con respecto al desarrollo de apps.
Apps Nativas
Ventajas Apps Nativas
- Mejor rendimiento de las APP’s. Su estructura hace que estén optimizadas para su uso en los dispositivos.
- Crear app con Interfaces más intutitivas. Con lo que la fidelización con el usuario final es mucho mayor.
- Acceso directo a todas las funcionalidades propias de los dispositivos (geolocalización, cámara, teléfono, etc…)
- Mayor ciclo de vida del desarrollo de apps, además de por la parte técnica, por la mejor adopción por parte de los usuarios según las estadísticas.
- Presencia directa en el APPStore (Apple)
- Se puede crear la app sin necesidad de conexión permanente y, en todo caso, con el desarrollo de una sincronización de datos.
Contras Apps Nativas
- Una implementación y desarrollo de apps por cada plataforma,
- Desarrollo de aplicaciones para móviles más costoso.
- Necesidad de personal más cualificado.
Apps en HTML
Ventajas HTML
- Implementación y desarrollo único, por tanto multiplataforma.
- Un programador web puede realizarla.
- Gracias a HTML5 y CSS3 pueden emularse la mayor parte de las animaciones típicas de APP a las que el usuario está acostumbrado
Contras HTML
- Desarrollo de apps con interfaces más pobres. Confusión para el usuario, no es lo que está acostumbrado a utilizar “naturalmente” en estos tipos de dispositivo y según plataforma.
- No hay acceso a las APIS nativas de los dispositivos móviles que permiten interactuar correctamente con sus opciones (geolocalización, micrófono, cámara, etc…).
- Persistencia muy limitada, son las que agrupan el mayor índice de abandono tras su primera utilización (más de un 80%).
- Ciclo de vida de la aplicación más corto.
- Vetadas para colgarse en la apple store, requiere de desarrollo adicional, quizá no necesario ni interesante para la naturaleza de la aplicación.
- Necesidad de conexión permanente.
¿Qué demanda el cliente?
Aquí es dónde viene realmente el quid de la cuestión. Una vez vistos pros y contras de ambas opciones, la realidad es que el usuario prefiere mayoritariamente las APPS NATIVAS y es que básicamente, parece que los dos puntos clave que decantan la balanza son: RENDIMIENTO e INTERFAZ DE USUARIO.
El usuario quiere que la aplicación sea rápida, que responda a los gestos naturales de forma ágil y a la vez que sea intuitiva y sencilla, así la adoptará desde el primer momento de forma mucho más natural y seguirá usándola (siempre que la idea y contenido sean útiles, claro está). Además, cabe tener en cuenta que el usuario de Android está acostumbrado a un tipo de aplicaciones que funcionan de una forma y el de Apple a otra (los menús a un lado o abajo, la transición de pantallas, etc).
Ello ha provocado el llamado, paradójicamente, “gran fracaso de las apps”, que viene dado por la gran cantidad de apps que no se usan una vez descargadas y por lo tanto no cumplen con la finalidad que se espera de ellas, es más, puede llegar a ser contraproducente, en el caso de una empresa, especialmente a nivel de imagen.
Sin embargo, especialmente al principio, lo que ha dominado el mercado mayoritariamente (a excepción de los juegos, claro está) es crear la app WEB, sobre todo por lo comentado anteriormente al respecto de intentar llegar lo antes posible y de la manera más sencilla a los dispositivos móviles, aprovechando conocimientos web de los que ya se disponía o que son relativamente fácil de encontrar en el mercado, no así para crear la app en nativo para todas y cada una de las plataformas o, en su defecto, adoptar los costes de aprendizaje y actualización continua necesarios.