Cada vez más las empresas de éxito se apoyan en la tecnología, especialmente en la época actual. Me refiero especialmente al principal entramado empresarial español, esto es, la PYME de siempre, de tamaño pequeño en cuanto a personal y por lo tanto en el que la tecnología debe ayudar al máximo. Por ejemplo en una de las acciones cada vez más demandadas y productivas como es el teletrabajo extremo. No solo trabajar desde casa en ocasiones, sino tener empleados en otras ciudades o incluso en otros continentes. Algo vital, por ejemplo cuando hablamos de globalizar la empresa y ser capaces de actuar en el extranjero sin necesidad de una inversión desproporcionada con los medios actuales. Hablo de Micromultinacionales, empresas con empleados en varios países, con subcontratistas en varios continentes y con clientes en todo el mundo, formadas por un puñado de personas y con pocos recursos económicos, además de, evidentemente la venta y comercialización por internet.
En los tiempos que corren y teniendo en cuenta que el cliente es lo más importante (incluso más que el producto) no podemos dejar de apoyarnos en la tecnología usando herramientas y recursos gratuitos y a poder ser lo más económicos posibles. Elegir lo simple y práctico antes que lo perfecto y complejo. Hablamos de herramientas, no sólo para el control administrativo de la propia empresa, sino herramientas que permitan, de cara a los clientes, crear experiencias duraderas, no momentos de venta. Esto es básico para fidelizar al cliente que en los tiempos que corren y precisamente con la tecnología que tiene al alcance de su mano (internet, smartphones, redes sociales, etc) es mucho más infiel que antaño.
Las herramientas informáticas que debemos priorizar son las que potencian:
- La hipercomunicación entre empleados, con clientes, con socios… usando múltiples tecnologías y en tiempo casi real.
- Herramientas abiertas, que sean capaces de compartir información con otras herramientas y crear entornos en los que generar oportunidades de negocio, incluso para la cooperación entre empresas que se complementan o incluso pueden competir en un momento y cooperar en otro.
- Que tengan flexibilidad para la creación de empresas puntuales, creadas para aprovechar una oportunidad puntual. Obteniendo la información más útil posible de esas experiencias.
- Enfocadas al usuario final, creadas a medida de un cliente con preferencias muy particulares.
Para ello debemos explotar al máximo los recursos en la nube que permiten abaratar costes así como la creación y difusión de apps para el trabajo con dispositivos móviles, tanto de cara a la fidelización del cliente final como al uso empresarial.
Existen multitud de aplicaciones que pueden ayudarnos en estos aspectos, pero lo más recomendable es dejarse aconsejar y orientar. Incluso cada vez más se da la forma de trabajo de “desarrollo a medida” que antaño en empresas de desarrollo de software, habitualmente se aplicaba a grandes empresas en parte por los costes que ello suponía. Sin embargo con las herramientas existentes hoy en día, ese tipo de desarrollos que finalmente acaban en “estándares” es mucho más asequible y, habida cuenta de las necesidades de cada empresa, quizá una de las mejores opciones de optimización tecnológica.
En próximos artículos profundizaremos más en los temas expuestos. Síguenos en las redes sociales, intentamos informar de la actualidad tecnológica empresarial.
Muy acertado, muchas gracias.
Gracias por tu comentario, Rafael.