La UX, siglas en inglés (User Experience), es el concepto utilizado para definir la satisfacción del usuario utilizando una aplicación. Si bien aglutina una parte abstracta y que hace referencia a la propia percepción del usuario de nuestra aplicación, también tiene una gran parte de funcionalidades y estructura a aplicar a mí desarrollo de apps que no puedo pasar por alto.
Probablemente este es uno de los aspectos principales a la hora de crear apps, especialmente en lo que a retentiva del usuario se refiere.
La paradoja KISS
Un concepto muy conocido en el mundo del marketing es perfectamente aplicable al desarrollo de aplicaciones para móviles, es el llamado concepto KISS: “Keep It Simple Stupid”, literalmente, debe ser simple y estúpida (podríamos añadir, para estúpidos).
¿Cómo afecta al programador?
Realmente esto es paradójico ya que para crear la app en cuestión, se deben tener en cuenta muchos aspectos técnicos para lograr esa sencillez y que precisamente son bastante complejos de programar.
No sólo es un tema de lo “bonita” que pueda ser la pantalla (que además no implica que su funcionamiento sea simple) si no que debe responder a los estándares del óptimo funcionamiento, especialmente en cuanto a rendimiento con los dispositivos en dónde se va a usar.
Lo intuitivo para el usuario, suele llevar aparejado un montón de control a nivel de programación para enlazar las múltiples funciones que tener en cuenta el que el usuario pulse y arrastre un elemento por la pantalla, por ejemplo.
Por último, en el desarrollo de apps, para el programador el diseño es un hándicap importante que puede conllevar mucho trabajo, ya que su capacitación, originalmente, no está orientada a tener en cuenta este aspecto a efectos de la UX de este tipo de programas.
La importancia de incorporar a un diseñador
Dicho lo anterior, otra cosa clave a tener en cuenta en el desarrollo de apps, es el incorporar un diseñador al proyecto.
A diferencia del programador, la formación del diseñador si ha incorporado los conocimientos necesarios relativos a la “confortabilidad” para el usuario en cuanto a colores, tipos de letra, distribución de elementos en la pantalla, etc, etc…
Ahora bien, cabe tener en cuenta que tradicionalmente estas dos áreas y su interrelación requieren de una buena dosis de planificación de trabajo en equipo, puesto que las visiones, suelen ser bastante divergentes a la hora de crear apps.
Gestionar este flujo bidireccional de trabajo supone un bonito reto, ya os lo avanzo.
¿Que demandan los consumidores?
Obviamente, algo que le sea útil y una vez encontrado, lo que nos ocupa en el desarrollo de apps, el resultado final:
Una app que sea amigable, fácil de usar y “bonita”, además de eso, que sea de rápida respuesta.
Las cifras de fracaso de app están ahí, sólo 1 de cada 4 apps descargadas se usa más de una vez y todos los estudios referentes a ese fracaso de las apps tienen en común cuatro puntos que detallo a continuación:
- Muy lenta
- Mal funcionamiento
- Complicada de usar
- Fea
Descartadas las dos primeras que suelen deberse a otros motivos técnicos, las otras dos claramente se engloban en el error de no darle la importancia que se merece una buena UX a la hora de crear apps.